domingo, 3 de junio de 2012

Greg Garrett: La fe de los superhéroes. Por Javier Sánchez Villegas

Garrett, Greg: La fe de los superhéroes. Descubrir lo religioso en los «cómics» y en las películas. Sal Terrae, Santander, 2009 (edición original de 2008). Colección Pastoral 91. 199 páginas. Traducción de Juan Antonio Medina López. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.

Sí, ya sé. No, no ha sido un despiste. Efectivamente, este blog es serio. Pero, con el comentario de este libro, además de presentaros una obra nueva, quiero rendir de alguna manera homenaje a algo que ha estado presente en mi vida desde que tengo "uso de razón": los cómics. Para que os hagáis una idea, yo perfectamente podría decir que he aprendido a leer con ellos. Lo bueno de tener un hermano mayor, y unos vecinos adictos a los cómics, es que he podido disfrutar de buena literatura durante todas esas tardes interminables de verano en Cáceres. Te daba tiempo a leer de todo, tanto libros clásicos de aventuras (Salgari, Verne, Swift, Defoe, Stevenson, etc.), sin olvidar a la incomparable Enid Blyton (y los magníficos Siete Secretos y los Cinco), como cómics. Por los gustos de mi hermano y de mis vecinos, yo me especialicé en los superhéroes de la Marvel. ¿Que no sabes quiénes son? Yo te los recuerdo rápidamente: Spiderman, Hulk (La Masa), Silver Surfer (Estela Plateada), los Cuatro Fantásticos, Dare Devil (Dan Defensor), los Vengadores, Iron Man (el Hombre de Hierro), Thor, Ghost Rider (el Motorista Fantasma), el Doctor Extraño, X-Men (la Patrulla X), el Capitán América, etc. También estaban los supermalotes: el Duendecillo Verde, Magneto, Galactus, Cráneo Rojo, Loki, Escorpión, el Hombre de Arena... (la lista también es muy larga, y no quiero marearos con tanto nombre). Me imagino que, ahora que os los he presentado, os sonarán muchos de ellos. Sobre todo, porque desde Hollywood no dejan de sacar películas de superhéroes, lo cual me hace enormemente feliz.

El libro que estamos comentando me lo regaló Cristina, mi mujer, probablemente porque quería reconducir mi vida hacia la seriedad, y también porque anhelaba la esperanza de poder aunar dos mundos tan distintos como la filosofía y la teología con los cómics. Nunca ha llevado muy bien que, en mi mesilla de noche, hubiera libros de Kant, de Rahner... y un cómic de Spiderman (que es mi superhéroe preferido). Yo creo que ya me daba por caso perdido. Pero lo ha conseguido. Llevo varios años (unos cuatro) que ya no compro ni leo regularmente cómics, y me he entregado por completo a la lectura "seria". Además, a mis hijos no les gusta este género literario, por lo que no tenía ningún sentido que mi supercolección siguiera engordando. Dicho todo esto, centrémonos en el libro que nos ocupa.

Sobre Greg Garrett no he encontrado demasiada información. Es profesor de inglés en la Baylor University (Waco, Texas) y profesor auxiliar de redacción literaria en el Episcopal Theological Seminary of the Southwest (Austin, Texas). Es predicador de la Iglesia Episcopaliana y autor de varios libros: Crossing Myself (autobiografía), El Evangelio según Hollywood (publicado también por Sal Terrae) y The Gospel Reloaded (en colaboración con Chris Seay); también ha publicado varias novelas: Free Bird, Cycling y Shame (2009), así como otros libros de no ficción: Stories from the Edge y We Get to Carry Each Other: The Gospel According to U2 (2009). Greg Garrett colabora en numerosas revistas, entre ellas Poets & Writers, Christianity Today, Relevant y Ethics Daily.

La fe de los superhéroes comienza con una advertencia en el prólogo: "Este libro no es un estudio histórico de los cómics, ni una aventura superficial de aficionados, ni un estudio puramente estético de este medio de expresión artística... A lo largo de la obra, engranaremos religión y teología, la cultura y la historia norteamericanas, la interrelación entre los libros de cómics y otras formas de expresión artística, y la actual pasión por los superhéroes de la cultura americana, pero mi principal objetivo es comprender lo que los cómics nos aportan sobre cuestiones que son de una importancia duradera: justicia, violencia, fe, patriotismo, paz, poder, creencias, condenación y redención".
Así, a lo largo de diez capítulos, Greg Garrett analiza la figura de los héroes modernos profundizando en distintos aspectos que, cuando menos, nos dan que pensar. Cada uno de los capítulos está encabezado por un pequeño fragmento que nos centra y nos sitúa en el tema. Veámoslos.
1.- Héroes modernos. 
"Aquí viene para sacarnos del apuro". 
Tema de Super Ratón (Mighty Mouse, Terrytoons, 1940).
2.- ¡Mira arriba, en el cielo! 
"Superman, salvador de los indefensos y de los oprimidos..., lucha contra las fuerzas del mal y de la injusticia". 
Action Comics, agosto de 1939.
3.- Los grandes poderes implican una gran responsabilidad. 
- Lois Lane: "¡Oh, vamos...! Tú eres..."
- Superman: "...Yo no soy diferente de cualquier otra persona que use los dones que Dios le dio para ayudar a los demás".
Las aventuras de Superman, febrero de 2004.
4.- La verdad, la justicia y el modelo americano.
"Dios nos da a todos la posibilidad de elegir entre la verdad y el descanso. Toma una de estas dos cosas, porque nunca podrás tener ambas".
Ralph Waldo Emerson.
5.- El problema del mal.
"No soy malo. Sencillamente, me han arrastrado a serlo".
De ¿Quién engañó a Roger Rabbit? (Who Framed Roger Rabbit?, 1988).
6.- La justicia vigilante.
"Soy el mejor en lo que hago. Sólo que lo que hago no es muy agradable".
Lobezno (Wolverine, 1974).
7.- La Bestia.
"La bestia que hay en mí está enjaulada tras débiles y frágiles barrotes. Intranquila de día y de noche... que Dios ayude a la bestia que hay en mí".
Johny Cash (de una canción escrita por él por Nick Lowe).
8.- El Apocalipsis.
"Unos dicen que el mundo acabará devorado por el fuego; otros afirman que será presa del hielo".
Fuego y hielo (Fire and Ice, Robert Frost).
9.- El Holocausto.
"He llorado sobre demasiadas tumbas".
Magneto, en "Dios ama, el hombre mata" (God Loves, Man Kills).
10.- El fin de la violencia.
"La compasión es el apocalipsis, la verdadera revolución, el fin de la guerra y de la política del poder".
Sam Keen, Amar y ser amado.

Greg Garrett
Como podéis ver por las fechas, esto de los superhéroes no es de ahora. Ya viene de lejos. En todas las culturas han existido y han encarnado los ideales de cada sociedad en su momento histórico. Los héroes han aportado esperanza, han solucionado problemas, han dado sentido a las cosas. En el fondo, nos enseñan a vivir. ¿Por qué es así? Porque necesitamos referentes. En su momento, en el cristianismo, los referentes fueron los santos. Ahora, en esta época de laicismo, sabido que los jugadores de fútbol o las estrellas de Hollywood o los cantantes son de barro como el resto de los mortales, nuestras miradas se fijan en aquellos que cometen fallos, pero su naturaleza (ficticia o no) los eleva y nos eleva, ayudándonos a superar la, en ocasiones, existencia mezquina que llevamos.

Greg Garrett, en la conclusión de su libro, hace un resumen y saca unas lecciones dirigidas a un mundo que las necesita de forma urgente:
- Lección primera: Necesitamos héroes; creemos en los salvadores.
- Lección segunda: Creemos que el mal existe. Y a veces, cuando este mal llama a nuestra puerta, entendemos que debe ser derrotado.
- Lección tercera: Todos tenemos la responsabilidad de actuar para mejorar las cosas.

El libro concluye con un apéndice muy interesante para los comiqueros. Se trata de una selección de novelas gráficas y colecciones imprescindibles. A mí me parece que la selección es muy buena. Si queréis saber de qué se trata, me temo que tendréis que leer el libro.

No voy a entrar en más consideraciones sobre los superhéroes. Me vienen a la cabeza mil anécdotas (¿quién no ha soñado alguna vez con poder volar, tener poderes extraordinarios o tratar de salvar el mundo de los problemas que le acucian?). Quizá en otro momento. Sí me gustaría resaltar, para los que consideran menor este género, que juegan el mismo papel en nuestra sociedad que los héroes griegos o romanos. Sorprende la cantidad de elementos mitológicos que sirven de base en cada uno de ellos: Grecia, Roma, Egipto, mitología nórdica, cristianismo... El tema no es vanal. Por otra parte, también me gustaría dejar constancia del juego que me dan en mis clases. Me permiten acercarme a la realidad de los alumnos, a hablarles de tú a tú. Y, por supuesto, a través de los cómics, puedo explicarles realidades (tanto humanas como divinas) que, finalmente, acaban entendiendo.
Al releer el libro para hacer este comentario, me están entrando ganas de recuperar el tiempo perdido con los cómics. ¿Me dejarán en mi familia?



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