lunes, 30 de septiembre de 2013

Cuentos breves para leer en el bus. Por Javier Sánchez Villegas

AAVV: Cuentos breves para leer en el bus. Verticales de bolsillo, Barcelona, 2007. 188 páginas. Selección, prólogo y noticias biográficas de Maximiliano Tomas. Traducción de Luz Freire. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.

Hoy os quiero sorprender con un libro distinto a los demás. El título ya lo dice todo. Pero quiero comenzar con un secreto: yo vivo la vida con un libro debajo del brazo. Nunca se sabe si te va a tocar esperar poco o mucho a la persona con la que has quedado. O si el mecánico va a ser rápido o lento en la entrega del coche que has llevado al taller para hacerle un cambio de aceite. O en la consulta del médico. O en un atasco... De verdad, un libro siempre te ayuda a que pase el tiempo de espera más rápido. Eso, obviamente, si estás solo. Siempre he dicho que los libros son importantes, pero que los valoro en nada si los comparo con las personas (por eso también tiendo a enrollarme hasta con el lucero del alba si hace falta para que la espera se me haga más llevadera). En fin, el hecho es que yo pocas veces cojo el transporte público (que funciona a las mil maravillas) y muchas la moto o el coche (en función la mayoría de las veces del tiempo que haga). Así, todo el que me conoce sabe que, por ejemplo, en el coche siempre llevo dos libros y que elijo uno u otro en función de las circunstancias y de mi estado de ánimo. De esta manera, no hay atasco que se me resista. O semáforo. Cuando quieres llegar rápido a un sitio, normalmente pillas todos los semáforos en rojo. Pero si tienes un libro de cuentos cortos como el que os voy a presentar ahora, a veces te da rabia que se ponga el semáforo en verde, porque no te da tiempo a terminar uno de ellos (son cortos pero no tanto como para leerlos en uno o dos minutos). En cualquier caso, os prometo que el tráfico se vive de otra forma con un libro en la guantera. Bien, me centro en el libro que tenemos entre manos.

lunes, 23 de septiembre de 2013

50.000 visitas. ¡Gracias!

¡¡¡50.000 VISITAS!!!


¡GRACIAS POR VUESTRO ENTUSIASMO EN EL SEGUIMIENTO DE LIBRIS LIBERI!

Perdonad que sea tan poco discreto, pero cuando abrí este blog, en marzo del año pasado, no podía ni imaginar que iba a tener tan buena acogida. Es cierto que anteriormente estuve trasteando por Internet para ver si encontraba críticas a libros "divinos". Nada. Todo eran referencias para comprarlos o, como mucho, lugares donde la gente copiaba la contracubierta del libro, pero no aportaba nada más. Esto fue lo que me llevó a plantearme crear una página que cubriera un espectro que no tenía cobertura en el mundo virtual. Así que me lancé.

Empecé titubeante, sin saber muy bien cómo se hacía un blog. Todas las dudas que me iban surgiendo, desde el punto de vista informático, se las planteaba a un compañero del trabajo que tiene un blog de crítica de libros de autores hispanoamericanos y él me las solucionaba. Así, poco a poco, se ha ido construyendo esta página.

El título, Libris Liberi, lo puse porque es el lema del centro educativo en el que trabajo, y lo veo todos los días un montón de veces. Lo curioso es que yo no quería copiarlo, simplemente lo puse para hacer pruebas con él y ver cómo quedaba. Lo sorprendente es que a todo el mundo le gustaba, le parecía original y bonito. Así que decidí no quitarlo. "Libres por los libros". Me gusta, pensé, y supongo que a nadie le molestará que lo deje tal cual (previamente lo consulté en el colegio y me dieron el visto bueno). 

Poco a poco, empecé elaborando reseñas a libros leídos. Obviamente tiré de libros que me han gustado especialmente, pero que hacía tiempo había leído. Así, he ido alternando libros actuales (ciertamente yo no paro de leer) con libros antiguos, dando una de cal y otra de arena. A mucha gente le ha llamado la atención el ritmo de elaboración de reseñas. Sí, ha sido agotador en ocasiones. Empecé con seis al mes, pero luego bajé el pistón para dejarlas en una a la semana o cada diez días. Creo que así está bien.

Por Libris Liberi han desfilado muchos autores y títulos. He intentado que fuera variado, dando espacio también a libros o a autores "sospechosos". (Anécdota: Hace tiempo me escribió un correo electrónico con muchísimo cariño una persona que, por su estilo, debía ser latinoamericana. En el correo me advertía que yo había publicado una reseña de un autor que no se ajustaba a la ortodoxia de la Iglesia, y que me lo quería decir por si yo no me había dado cuenta. Mi respuesta también fue cariñosa.) En Libris Liberi todo el mundo tiene cabida, tanto libros de católicos como de protestantes, de derechas o de izquierdas, de teología, ensayo, novelas o lo que sea que pueda ayudarnos a ser mejores personas y que nos iluminen el camino de la vida. Este es el objetivo principal de esta página. Si hubiera censura, traicionaría su idea originaria.

Otra de las sorpresas grandes que me he llevado con Libris Liberi ha sido el que me ha posibilitado entrar en contacto con libros y autores que, de otra manera, no hubiera conocido. Estoy pensando en Mercedes Nasarre, Joana Socías, Jorge Úbeda, Mari Patxi Ayerra... Solo por eso ha merecido la pena el esfuerzo.

Por otra parte, también ha sido sorprendente que CVX Galilea (de Madrid) incluyera un link de Libris Liberi en su página web (se ha notado en el tráfico de visitas), o que la revista Red Ignaciana hiciera una reseña de media página a este blog. No me lo podía creer.

Sin embargo, todavía queda una asignatura pendiente. Desde el principio, Libris Liberi ha pretendido ser un lugar de acogida para todas aquellas personas que quisieran compartir sus lecturas con los demás. Algunos han acudido a la llamada (¡gracias!), pero no el resto. En este sentido quiero insistir en que el blog está abierto a todos. ¡No seáis perezosos! 

En fin, 50.000 es un número redondo. Por eso lo quiero compartir con vosotros. Al principio, reconozco que me preocupaba el número de personas que visitaban el blog, quería batir el récord cada mes. Ahora ya no. Pero sí que me gustaría que, dentro de poco, llegáramos a las 100.000, y luego a las... donde Dios quiera.

Me despido. De nuevo gracias a todos por estar ahí, por vuestra fidelidad y por el ánimo que recibo constantemente. Muchos me habéis dicho que os ayuda. Ese es el objetivo. Y yo, además, me lo paso en grande. ¡Gloria al Señor! A.M.D.G.

Seguimos en contacto. Un superabrazo a todos. ¡Y no se os olvide mandarme vuestras reseñas!



lunes, 16 de septiembre de 2013

Joaquín Romero Salord: El invitado imprevisto. Por Javier Sánchez Villegas

Romero Salord, Joaquín: El invitado imprevisto. Escua, Barcelona, 2010. 123 páginas. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.

«Este es un pequeño libro que narra una aventura grande: cómo se puede ser feliz en el dolor, cómo se puede ayudar a otros desde la propia necesidad, cómo una silla de ruedas puede ser movida por la robótica de una sonrisa.»


Hace dos años, en el verano de 2011, se celebró en Madrid la JMJ (Jornada Mundial de la Juventud). El centro educativo en el que yo trabajo se ofreció para acoger peregrinos que llegarían a Madrid. El azar quiso que vinieran 250 jóvenes del Opus Dei de Barcelona. Como consecuencia de esta acogida, me hice amigo del responsable del grupo, Quic Bertrán, que es en la actualidad uno de los directores de la Obra en Cataluña. Desde la JMJ, siempre que viene por Madrid, me llama por teléfono y hacemos el esfuerzo por quedar a tomar algo. La última vez fue hace dos semanas. En mitad de la conversación, pasados los momentos de alegría iniciales, veo que echa mano de su cartera y que saca un libro. Al entregármelo me cuenta brevemente la historia de ese libro y de su autor, lo cual me deja muy impresionado. 

lunes, 9 de septiembre de 2013

Hannah Arendt: Eichmann en Jerusalén. Por Javier Sánchez Villegas

Arendt, Hannah: Eichmann en Jerusalén. Debolsillo, Barcelona, 2013 (edición original de 1963 y 1964). Colección Historia 101. 440 páginas. Traducción de Carlos Ribalta. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.

He estado tentado de abrir una sección nueva: cine. Hace unos días fui a ver una película extraordinaria que me ha impactado sobremanera: Hannah Arendt, de Margarethe von Trotta. ¿De qué va esta película? En la sinopsis de la hoja que dedica a esta película los cines Princesa, de Madrid, se dice que el largometraje retrata a la pensadora judía alemana Hannah Arendt (encarnado por la magistral actriz Barbara Sukowa) durante cuatro años: de 1961 a 1964. En ese tiempo, esta pensadora cubrió para el periódico The New Yorker el juicio del criminal de guerra nazi, Adolf Eichmann (teniente coronel de las SS que se encargaba de organizar la deportación y el exterminio de las comunidades judías, así como de la colaboración o la resistencia en la aplicación de la Solución Final por parte de algunas naciones ocupadas). La cámara sigue a la filósofa hasta Israel, donde Arendt, asombrada, descubrió que Eichmann no era el monstruo que todos esperaban, sino un tipo absolutamente mediocre que había estado obedeciendo órdenes. A su vuelta a Nueva York escribió acerca de este nuevo concepto del mal, la banalización del mal, y también reveló cómo los jefes judíos de varias secciones se mostraron colaboradores con los nazis. Con la excepción de su marido, su asistente, su mejor amiga y la mayor parte de sus alumnos, el resto se puso en su contra y la acosó y la presionó duramente. La película muestra un momento crucial en la vida de una de las pensadoras más importantes del siglo pasado.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Laurent Gaudé: El sol de los Scorta. Por Javier Sánchez Villegas

Gaudé, Laurent: El sol de los Scorta. Salamandra, Barcelona, 2006 (edición original de 2004). 237 páginas. Traducción de José Antonio Soriano Marco. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.

"El calor del sol parecía hender la tierra. Ni un soplo de brisa estremecía los olivos. Todo estaba inmóvil. El aroma de las colinas se había desvanecido y la piedra gemía de calor. El mes de agosto pesaba sobre el macizo del Gargano con la seguridad de un señor. Parecía imposible que bajo aquel cielo seco alguna vida animal o vegetal hubiera encontrado algo para sustentarse. Eran las dos de la tarde, y la tierra estaba condenada a arder.
Un asno avanzaba despacio por un sendero polvoriento. Seguía las curvas del camino con resignación. Nada podía con su tozudez. Ni el aire que le abrasaba los pulmones ni las puntiagudas piedras que le destrozaban los cascos. Avanzaba. Y su jinete semejaba una sombra condenada a un antiguo castigo. Aturdido por el calor, no se movía. Dejaba a su montura la tarea de conducir a ambos al final de aquel viaje. El animal cumplía su cometido con una voluntad sorda que desafiaba al sol. Lentamente, metro a metro, sin fuerzas ya para avivar el paso, devoraba los kilómetros. Y su amo murmuraba entre dientes palabras que se evaporaban en el calor:
-Nada me detendrá... El sol ya puede matar todos los lagartos de las colinas, pero yo resistiré. Llevo demasiado tiempo esperando... La tierra puede crepitar y mi pelo arder, pero me he puesto en camino y llegaré hasta el final".

Así comienza la novela que hoy os quiero presentar. Ya desde el principio, algo dentro de ti se mueve porque ya te ha enganchado. No puedes parar de leer y quieres saber quién es el que camina con el asno, adónde va y, sobre todo, qué es lo que le mueve a desafiar ese verano tórrido típico del sur de Italia (parecido al que hace en mi querido Cáceres).