martes, 29 de enero de 2013

Jorge Úbeda: La infancia y el filósofo. Por Javier Sánchez Villegas

Úbeda Gómez, Jorge: La infancia y el filósofo. Entrada y salida de la perplejidad presente. Encuentro, Madrid, 2012. Colección Ensayos 476. 191 páginas. Prólogo de Miguel García-Baró. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.

Tengo que reconocer que me hace muchísima ilusión comentar este libro. Me lo mandó Jorge, el autor (al que conozco desde hace ya bastantes años por otras historias), a finales de diciembre. Se puso en contacto conmigo a través de facebook (es lo que tiene la tecnología) para decirme que acababa de publicar su primer libro y que quería que lo leyera y lo comentara en el blog siempre y cuando me gustara. Evidentemente le dije que sí, que lo leería encantado, y que por supuesto haría un comentario en el blog. Que, por otra parte, el blog es una página muy humilde (hasta este momento solo ha habido 21.000 visitas) con poca repercusión social, pero que trataría de poner mi granito de arena en la difusión de este libro. Así que me pongo manos a la obra.

Sobre Jorge Úbeda conviene saber que nació en Madrid en 1975. Estudió Filosofía en la Universidad Pontificia de Comillas, en donde se doctoró con un trabajo sobre Levinas titulado: Una nueva aventura para el alma. Rasgos platónicos en el pensamiento filosófico de Levinas acerca de la existencia humana (UPCo, Madrid, 2008). Actualmente trabaja como Director Académico en la Escuela de Filosofía de Madrid, lugar que él mismo creó junto con otros compañeros suyos (por cierto, si entráis en su página web -ver aquí-, descubriréis que tienen una amplia oferta de cursos y de seminarios muy rica y variada, y todos ellos de primerísima categoría). Por otra parte, destacar que Jorge es un brillante pensador, pero sobre todo una extraordinaria persona, comprometida con el mundo no solo a nivel intelectual (que también) sino a todos los niveles. Desde mi punto de vista, esto le confiere una perspectiva y un posicionamiento hacia los otros y hacia el Otro (que diría Levinas) realmente original e inigualable, digno de todos los elogios. En este sentido, os quiero recomendar una obra conjunta coordinada por Miguel García-Baró y Alicia Villar titulada: Pensar la compasión (UPCo, 2008), en la que colabora Jorge Úbeda con un artículo buenísimo llamado "Breve meditación filosófica sobre la víctima" (págs. 181-185). No tiene desperdicio. Pero centrémonos en la obra que nos ocupa.

Todo primer libro marca mucho, tanto para el autor como para los lectores. Consciente de ello, Jorge Úbeda se lanza a hacer filosofía desde la realidad presente: vivimos un tiempo de crisis, y esto se refleja en el estado actual de la vida individual, el cual está marcado por una emoción que sobresale del resto: la perplejidad. Esta "suele dar noticia de que hemos entrado en una situación de crisis". Dicha crisis general, a juicio del autor, y desde el punto de vista intelectual, puede concretarse en tres puntos: la crisis de los fundamentos de las ciencias formales y naturales, la crisis del sujeto moderno y la crisis de las instituciones políticas fundadas en el discurso ilustrado. Tras el análisis de estos tres puntos, se puede llegar a una conclusión: parece que todo es relativo, que no es posible acceder a la verdad, por lo que absolutizamos nuestros juicios y nuestros deseos. De esto sabemos mucho tanto los padres como los profesores de niños y adolescentes. No se trata de vivir en el pasado, ni siquiera de vivir hacia el futuro, la vida consiste en vivir el presente. El presente aparece como el momento de la realización del deseo, como el momento de la plenitud... Cualquier otra circunstancia parece irreal. Sin embargo, en el presente también somos conscientes de la experiencia de finitud y limitación. ¿Es posible salir de ella y trascenderla?


Jorge Úbeda en la presentación de su libro en Burgos
Desde este planteamiento, Jorge Úbeda se lanza al análisis de la infancia como etapa  fundamental en la vida de las personas. Y lo hace de la mano de los pensadores principales de la tradición ilustrada moderna: Descartes, Rousseau, Kant, Nietzsche y la fenomenología. "A pesar de las diferencias -dice el autor- tienen un aspecto en común: la infancia es aquel momento insoslayable de la vida del hombre que habla de nuestra insuperable finitud" (pág. 153). Curiosamente, Jorge recurre a Platón, en concreto a los diálogos Lisis y Cármides, para proponer una posible solución de la mano de un concepto ciertamente ya olvidado: el concepto de alma. Aunque consciente de sus limitaciones, este concepto le parece al autor plenamente inspirador y patentemente más descriptivo que otros como la mente, el Yo, el Sujeto o el Dasein de los modernos y contemporáneos. "El alma vive anclada en su presente pero está continuamente saliendo de él. Pero no es este un viaje que termine en sí mismo o en el final de todo presente que es la muerte. Este es un viaje que lleva al alma a salir de sí radicalmente, a vivir una auténtica aventura en relación con los otros y con el mundo. Este viaje le llevará al lugar que ningún ojo ha visto ni ningún oído ha oído. Un viaje del que nunca volverá".

Con un lenguaje muy claro y cercano al lector, Jorge Úbeda nos adentra en una de las claves más importantes para entender y superar el proceso que nos ha llevado al momento presente: la infancia. Ciertamente, este período de la vida ha sido muy poco estudiado en la historia del pensamiento occidental, y las pocas veces que se ha hecho ha sido para vilipendiarlo. Sin embargo, nadie cuestiona hoy su fundamental trascendencia en la vida. El niño es aquella persona que todavía no ha perdido su capacidad de asombro, y justamente el asombro fue el que dio origen a la filosofía, según Platón. ¿Es posible que tuviera razón aquel que dijo "si no os hacéis como niños no entraréis en el reino de los cielos"?

Para terminar, y como dice Miguel García-Baró en el prólogo: "Jorge Úbeda habla desde la experiencia que busca retomar los términos esenciales de lo real y desde el conocimiento de una cultura cuya profundidad no siempre ha estado a la altura de lo Simple. Es la suya una voz que no debemos ya desatender nunca". Pues eso, que estoy completamente de acuerdo con él. Gracias, Jorge, por este libro tan delicioso.



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