miércoles, 21 de octubre de 2015

Mohamed Larbi Bouguerra: Las batallas del agua. Por Teófilo Gómez

Larbi Bouguerra, Mohamed: Las batallas del agua. Por un bien común de la humanidad. Popular, Madrid, 2005. 238 páginas. Traducción de Mabel T. Santos Amigo. Comentario realizado por Teófilo Gómez.

El agua en la base de la vida

El protagonista único del libro es el agua, condición de posibilidad y desarrollo de la humanidad a lo largo de toda su historia que adquiere un especial protagonismo en la actualidad por las múltiples llamadas de todo tipo de entidades nacionales e internacionales para que se haga un uso razonable y sostenible de este recurso. 

El autor, que desde su atalaya privilegiada del «Programa por un mundo responsable», enfoca el tema desde sus múltiples facetas afirmando desde el principio que estamos ante un problema ético y político, ya que, a su juicio, el agua es «el recurso natural crítico que puede provocar, a nivel local, regional e internacional, tanto problemas como oportunidades de cooperación».

El libro está organizado en cuatro partes. En la primera se trata el aguacomo el elemento que cargado de símbolos resulta fascinante a artistas y científicos. Con el fin de captar la atención del lector se comienza por el simbolismo que encierra el agua en lascosmologías y las religiones, haciendo en primer lugar un recorrido sobre supresencia universal y en segundo lugaruna interpretación acerca de lo mucho que ha dado que hablar esa presencia. Recorrido que no se agota en la cosmología y en la religión sino que prosigue en la literatura, en la ciudad y en la arquitectura. Tras el recorrido de la presencia del agua en el arte, se pasa a hacer el mismo trabajo en este caso en la ciencia que ha dado el salto de considerar este elemento como algo banal a considerarlo como un elemento sustancial.

La parte segunda está dedicada al estudio de la dimensión política del agua. Para ello se comienza hablando de los problemas políticos nacidos de su gestión y reparto, se sigue con la utilización del agua como un elemento del poder, ayer y hoy, hasta llegar a las guerras originadas por las diferencias entre la posesión y gestión de este elemento. El autor entra en el análisis concreto de dos conflictos el árabe-judío de Palestina e Israel y el de Argelia. Completa esta parte un atinado análisis sobre las crisis provocadas por el agua y una buena exposición del problemapolítico que supone que en nuestra sociedad globalizada el agua deje de ser progresivamente un bien público, que gestionado por entidades políticas tenga como objetivo el bien común, y se vaya convirtiendo cada vez más en una mercancía, que gestionada por empresas particulares tenga como horizonte el beneficio particular, todo ello en función de una presunta eficacia y eficiencia.

La tercera parte enfoca el estudio a la relación entre el agua y la salud pública. A través de sus capítulos desfilan por ella ejemplos concretos de lo que está suponiendo la falta de agua para la mortandad infantil y lo que pueden suponer pequeñas actividades tales como la cloración sobre la salud. Maneja de forma efectista los efectos negativos: «tantas muertes como si se estrellaran cada día 300 boeings». No olvidándose de la concurrencia entre sectores por el agua: agricultura, industria, ciudades, turismo... ¿Quién establece qué es prioritario al respecto?

La parte cuarta está relacionada con determinadas cuestiones particulares de ética y desarrollo. Comienza hablando del problema de las presas que retienen el agua para su posterior utilización: por una parte garantizan y regulan el suministro de agua, por otra destrozan ecosistemas, impiden inundaciones periódicas, alteran corrientes de agua, deltas... y algunas incluso provocan catástrofes cuando son superadas por la fuerza del agua contenida. Sigue hablando de la ética del desarrollo para finalizar haciéndose la pregunta de si hay razones para la esperanza en el tema del agua. A juicio del autor hay razones, al menos nueve, para pensar que se está creando una cierta conciencia en general en la humanidad acerca del tema del agua: la consideración que han hecho determinadas organizaciones internacionales al declararlo bien común permiten pensar en ello. Pero a la vez habría que dar pasos significativos al respecto para conseguir que esa conciencia no se duerma y para ello el papel de la educación cobra una importancia relevante.

Un buen trabajo que ayuda al lector español a situar el problema del agua más allá de la disputa localista entre potabilizadoras y trasvases.


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