miércoles, 13 de septiembre de 2017

José Luis Caravias: De Abrahán a Jesús. Por Salvo Collura

Caravias, José Luis: De Abrahán a Jesús. La experiencia progresiva de Dios en los personajes bíblicos. PPC, Madrid, 2017. 217 páginas. Comentario realizado por Salvo Collura.

El P. Caravias, en mi opinión, intenta entretejer, por lo menos, tres líneas hermenéuticas. Una primera es de carácter epistemológico y tiene que ver con una teología marcadamente ascendente. La experiencia de Dios no se caracterizaría, según el autor, por su matiz intelectual sino más bien por la dimensión histórica y vivencial en la que se realiza. De ahí que eche mano de una larga tradición que relee la historia de la salvación como una gran acción pedagógica (cfr. G. Greshake) desarrollada según las situaciones concretas de los hombres y de las mujeres a quienes Dios, cada vez, se dirige. 

El segundo aspecto hermenéutico es, en este sentido, necesariamente bíblico: la labor pedagógica de Dios se enmarca dentro de la vida del pueblo de Israel, pero nunca a costa de las experiencias personales de encuentro entre lo divino y lo humano, que parecen haberse dado a lo largo de la historia y que los autores bíblicos han recogido en relatos. Es así que, empezando por los patriarcas, con un estilo siempre muy lineal y narrativo y, sobre todo, muy pegado al texto sagrado, el jesuita introduce la narración del encuentro entre Dios y, primero, una pareja, Abrahán y Sara. Desde su historia, desentraña aquellos aspectos que pueden ayudar al lector a encontrarse a sí mismo en la etapa espiritual en la que se halle. De este modo, observamos rostros e historias que atraviesan el tiempo de los profetas pre y post-exílicos y el de los protagonistas de los libros sapienciales, llegando hasta Cristo y a la vida de las primeras comunidades cristianas.

Queda por subrayar el eje pastoral, que representa el telos hermenéutico del texto y, a la vez, su lugar de nacimiento, siendo este libro el resultado de un esfuerzo compartido entre catequistas, alumnos de Filosofía y el trabajo de profundización del mismo autor de cara a su actividad de evangelización. El entramado que este aspecto determina se vislumbra con claridad en las preguntas que cierran cada capítulo. Por otra parte, constituye el mismo modo de mirar a los personajes bíblicos que examina, en el intento de mostrar los aspectos que más explícitamente los acercan al creyente de todo tiempo.

Nos encontramos ante un texto que puede resultar muy útil para los agentes pastorales y que, además, presenta una buena integración de la investigación exegética y las exigencias de los contextos culturales y espirituales contemporáneos.

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